Ahora que estás solo y nadie te oye: ¿no tienes a veces una ligerísima sospecha de que nos están tomando el pelo?
No respondas en alto, no me respondas. Yo no soy nadie y no voy a oírte.
Esta es una pregunta para cuando has apagado la luz y vas a dormirte, nada que tengas que refutar o defender en la arena pública o con tus amigos.
No hablo de ninguna teoría de la conspiración; ni siquiera de ninguna teoría, de ningún relato que explique lo que pasa. Solo la duda, la perplejidad.
Siempre te has tenido por un ciudadano sensato, y has hecho caso a los mensajes de arriba, como casi todo el mundo.
No hablo de ninguna teoría de la conspiración; ni siquiera de ninguna teoría, de ningún relato que explique lo que pasa. Solo la duda, la perplejidad.
Siempre te has tenido por un ciudadano sensato, y has hecho caso a los mensajes de arriba, como casi todo el mundo.
Bien. Pero cada vez es más difícil seguirlos, con sus vueltas y revueltas, con lo que tienes que creer hoy, tan contrario a lo que había que creer ayer y, sospechas, de lo que podrían decir mañana.
Algo no cuadra. ¿No?
Algo no cuadra. ¿No?