28 octubre 2021

Año XVIII - Nº 1267

 

La asistencia sanitaria católica, una luz para todos

Editorial


El Papa instituyó la semana pasada la Fundación para la Salud Católica, que ofrecerá apoyo económico a distintas iniciativas sanitarias de la Iglesia para que no tengan que echar la persiana o ser vendidas a terceros, y cuya dirección se ha encomendado a Nunzio Galantino, presidente de la  Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA). 

La idea de Francisco es que, sin perder de referencia el carisma de sus fundadores e insertas en una «red de estructuras análogas», sigan cumpliendo su «finalidad exclusivamente benéfica según los dictados de la doctrina social de la Iglesia».

En el mundo hay decenas de miles de obras de la Iglesia dedicadas a la salud, como los 5.192 hospitales, los 15.481 dispensarios o las 577 leproserías que recoge el último Anuario Estadístico de la Iglesia de Fides; muchas de ellas se encuentran en África e Iberoamérica, atendiendo a los más vulnerables entre los vulnerables. 

Al garantizar su sostenibilidad y que estén abiertas a todos, sin caer en elitismos, estas obras seguirán presentes donde muchas veces no llegan ni la Administración ni la iniciativa privada. Y así, la Iglesia seguirá siendo una luz en medio del sufrimiento.

Lugar y momento oportunos

Alberto Pérez de Vargas


Hacia el mediodía del pasado domingo, en las proximidades de Mérida, a un amigo y a mí, que viajábamos separadamente por carretera, nos desbordó la caravana que conducía -lo supimos después- al presidente Pedro Sánchez a donde se estaba celebrando el décimo tercer congreso regional del PSOE extremeño. 

También supimos más tarde, que Guillermo Fernández Vara, hombre de gran carisma, repetiría en la presidencia de Extremadura, por cuarta vez, y que lo haría con un respaldo superior al 99%. 

Educado en el seno de una familia de la derecha sociológica, militó en el Partido Popular, en su juventud. Incluso tuvo cierto protagonismo en Nuevas Generaciones, de la mano de su amigo y paisano Antonio Hernández Mancha, presidente entonces de esa formación política.

En algún lugar leí que el conocido periodista americano Benjamin Bradlee -que habría cumplido cien años hace una semana- solía decir que algo tan habitual como irse a vivir a un determinado lugar del espacio habitable, le cambió la vida. Se convirtió por casualidad, en vecino de John F. Kennedy en el elegante barrio Georgetown, en Washington. 

Las esposas de ambos acabarían haciéndose excelentes amigas mientras paseaban a sus hijos por el barrio. Los maridos eran dos jóvenes de la alta sociedad americana, formados en centros e instituciones de élite. Bradlee, director del The Washington Post entre 1958 y 1991, en un período paralelo al tiempo de cinco presidentes; Kennedy, Johnson, Nixon, Carter y Reagan; puso a trabajar a su gente en el caso Watergate que obligaría a Nixon, en 1974, a tomar la rara decisión de dimitir. 

Ben, como le llamaba todo el mundo, está considerado como uno de los grandes del periodismo norteamericano. Su periódico tendría 17 premios Pullitzer, bajo su dirección, y él mismo recibiría, de manos del presidente Obama, la Medalla Presidencial de la Libertad, máxima distinción que puede otorgarse a un civil en EE. UU.

Fernández Vara fue vecino en una distinguida pedanía de Olivenza (Santo Domingo) de Rodríguez Ibarra, y eso le cambió la vida. Se hizo socialista y bajo el manto de aquel, escaló hasta convertirse en lo que hoy es. 

No pude evitar recordar otras épocas y a tantos otros, en particular a Ben Bradlee, cuando por asociación de ideas y un fugaz resplandor de la memoria, vi a la caravana presidencial, echándonos a todos a la cuneta, altavoces y cláxones en ristre, como en los mejores tiempos del Antiguo Régimen.

Objetivo: liquidar la enseñanza concertada

Daniel Arasa


Los resultados de la enseñanza diferenciada superan a la mixta: el fracaso escolar de los chicos es menor y el liderazgo de las chicas se refuerza. Foto: Efe.

No cesa en España el persistente acoso a la enseñanza concertada desde las instituciones públicas y es promovida por algunos partidos. 

La Generalitat de Cataluña anunció hace unos días que a partir del curso 2022-2023 retira los conciertos a las escuelas de educación diferenciada. El argumento es que no puede haber ninguna escuela con financiación pública que “segregue” en clases distintas a niños y niñas. Lo decidido por el Gobierno catalán va en la misma línea de la actuación de varias autonomías.

Ya se verá cómo acabará aquella decisión gubernamental, por cuanto intentos anteriores fueron recurridos ante los tribunales y anulados. Los jueces consideraron que era perfectamente constitucional la enseñanza diferenciada y los centros que la imparten tienen los mismos derechos que los demás a recibir el apoyo público a través de los conciertos. 

En la actualidad, vigente a nivel estatal la Ley Celaá, claramente hostil a la escuela concertada y negadora del respeto al derecho de los padres a elegir, da más margen para atacar aquel modelo pedagógico.

Los impulsores de las medidas contra la educación diferenciada hacen referencia a ella como “segregación por sexos”, con atribución claramente peyorativa. La mayoría de la población entiende que “segregar” es discriminar negativamente a una parte. En este caso entienden, a priori, que es la mujer la menospreciada, la damnificada. Aparte de erróneo, es insultante para quien conozca mínimamente la realidad de tales escuelas.

Si llevar a los niños y niñas a este tipo de centros fuera obligatorio y los contenidos didácticos y la formación impartida fuesen inferiores en las escuelas de un sexo respecto al de otro podría afirmarse que hay segregación, pero, de un lado, los padres que llevan allí a sus hijos lo hacen con plena libertad, y, de otro, el nivel de enseñanza no es de menor calidad en las escuelas femeninas.

Cuantificar resultados

Para tomar posiciones acerca de la enseñanza en este campo es importante cuantificar los resultados de los alumnos que han estudiado en tales centros comparándolos con las de escuelas mixtas, así como observar cuanto ocurre en el mundo. 

La enseñanza diferenciada crece en diversos países punteros en educación, muy interesados por lograr la excelencia. El nivel al que se aspira en España queda muy lejos de ello. En aquellos países tal separación entre chicos y chicas se da tanto en centros privados como públicos.

De otro lado, en su conjunto, los resultados educativos de la enseñanza diferenciada son superiores a los de la enseñanza mixta. Se comprueba, por ejemplo, que entre los varones disminuye el fracaso escolar y en las mujeres se aumenta el liderazgo. 

El distinto grado de desarrollo físico y psicológico de chicas y chicos, más precoz en aquellas, hace que no pocos pedagogos aconsejen la separación escolar en la etapa de la adolescencia. De otro lado, afirmar que la educación diferenciada promueve el sexismo o el machismo es una muestra del desconocimiento más absoluto.

En cualquier caso, no es ningún dogma considerar mejor la enseñanza diferenciada o la mixta en aquellas etapas escolares, como tampoco lo inverso, pero lo que es incuestionable es que los que quieren liquidar la educación diferenciada no lo hacen por motivos pedagógicos, sino estrictamente ideológicos. 

No les importa vulnerar el derecho de los padres a elegir el tipo de educación ética o religiosa que desean para sus hijos, ni analizan cual es la mejor fórmula para el desarrollo y formación de los jóvenes. Se han puesto orejeras que impiden mirar más allá de su ideología.

Acabar con toda la concertada

El ataque económico a la educación diferenciada puede abocar a que, o bien los centros se conviertan en mixtos cambiando su línea pedagógica y quizás su ideario, o que, de mantenerse como en la actualidad, solo puedan acceder a ellos familias de cierto nivel económico. Entonces, evidentemente, se les acusará de elitistas y de dedicarse a los ricos dejando de lado al ciudadano medio y a las familias pobres.

El acoso inmediato y persistente a la educación diferenciada es grave, pero en el fondo no es más que “una fase de las operaciones” contra toda la enseñanza concertada. En Barcelona ya se vivió con entusiasmo municipal y de la Generalitat, acompañado de una elevada dosis publicitaria, que varias escuelas religiosas se transformaran en escuelas públicas. Les han forzado a abandonar en base a irlas ahogando económicamente, sumado, ciertamente, a la falta de vocaciones religiosas de muchas órdenes.

Eliminar la enseñanza que “segrega”, en su terminología, es pues, un tramo del camino. A más largo plazo el objetivo es acabar con la enseñanza concertada o reducirla a residual.

Con un pequeño detalle. La mayor parte de la enseñanza concertada de España es de instituciones religiosas católicas o de entidades u organizaciones de padres con base cristiana. Ahí está el fondo. No solo se quiere liquidar un modelo pedagógico. De lo que se trata es recortar o eliminar la difusión de un determinado sentido de la vida y concepto de la persona.

Demonios en el jardín

José de Cora


Petronio Sánchez y su Satiricón

El Gobierno ha entrado en erupción. Los distintos piroclastos que alberga saltan por los aires, ora en lapilli, ora en cenizas, porque tal como canta la maravillosa Natalia Lafourcade, lo que construimos se acabó.

Las coladas que se forman a raíz de cada una de sus bocas parlantes avanzan a su ritmo y la gente, es lógico, teme que si no les arrasa una, les arrase la otra.

El mar, que son las elecciones, aguarda a todas, pero deben llegar bien diferenciadas y lo más gordas posible para que su fajana sea la más hermosa y la más adentrada en las aguas.

Este comportamiento de un magma tan rival y variopinto, con coladas norteñas que ansían tener su propio volcán para borbotar a pierna suelta y con otras a las que les van más las erupciones vesuvianas, repentinas y destructivas, da origen a una temporada otoño-invierno como la que vivimos.

Domina una moda de increíbles tonalidades, en la que la vicepresidenta se viste de blanco para pasear por los jardines de la Moncloa en compañía de Petronio Sánchez, el árbitro de la elegancia, como si fuesen maniquíes armoniosos de un spot idílico para consumo de los europeos, que como son tontos, se lo van a creer.

La realidad es que la lucha de coladas les impide incluso usar la misma frase para definir lo que van a hacer con la reforma laboral, así que démonos por jodidos.

La ley de la Vivienda se presenta en estéreo, con voces en Moncloa y voces en un ministerio; a Batet se la quieren comer con patatas y el presidente, de tanto ruido de fondo que escucha, prefiere viajar una vez más a La Palma en busca de un poco de tranquilidad.

Y esto no ha hecho más que empezar. Escribió el desaparecido Ruiz Zafón que en política las puñaladas nunca llegan de frente, siempre por la espalda y con un abrazo. Añadimos, y en el jardín.

Nostalgia del cielo

P. Santiago Martín FM


El Papa emérito, Benedicto XVI, ha escrito una breve y cariñosa despedida a un amigo suyo, teólogo y monje cisterciense, de 91 años, que acaba de fallecer. 

Lo más emotivo de la misma son estas palabras: “Ahora ha llegado al otro mundo, donde estoy seguro de que ya le esperan muchos amigos. Espero poder unirme a ellos pronto”. “Espero poder unirme a ellos pronto”, dice el Papa, mostrando así un anhelo de dejar ya este mundo para estar definitivamente con Dios en el cielo y también con aquellos que le han precedido. 

Esta nostalgia por el Paraíso tiene los timbres de aquellas palabras de San Pablo en la Carta a los Filipenses: “Para mí la vida es Cristo y una ganancia morir”. O aquellas otras de Santa Teresa: “Vivo sin vivir en mí, que tan alta vida espero, que muero porque no muero”. Los santos tienen siempre los pies en la tierra, pero mantienen su cabeza puesta en el cielo. 

Cristo no nos enseña a desentendernos del mundo, como si nuestro objetivo fuera llegar a un nirvana de indiferencia total ante los dolores propios o ajenos. Nos enseña que hay que dar de comer al hambriento y vestir al desnudo, pero que todo eso servirá para que Él un día nos diga: “Ven, bendito de mi Padre”. 

Sin la referencia permanente a la vida eterna, la moral cristiana pierde su fuerza y se hace insoportable. Basta con leer las bienaventuranzas para darse cuenta de que, para Cristo, todo alcanzaba su plenitud más allá de esta vida, porque es allí, en el cielo, donde los pobres serán saciados, los misericordiosos recibirán misericordia y los perseguidos por ser fieles a Cristo recibirán la corona de la gloria. 

Las promesas se cumplirán si hay vida eterna; si ésta no existe todo habrá sido un engaño colosal. Pero, como también dijo San Pablo: hay vida eterna porque Cristo ha resucitado de entre los muertos.

Pero, ¿tenemos esta nostalgia del cielo? ¿La Iglesia católica de hoy, laicos, curas y obispos, creen, creemos, en la vida eterna? Mi impresión es que la inmensa mayoría no lo tiene presente en su vida cotidiana. Algunos, incluida buena parte de la jerarquía, han suprimido de la predicación -porque antes lo han suprimido de su propia fe- la existencia del infierno y del purgatorio; es de mal gusto hablar de eso. 

Si se habla del cielo, lo cual casi nunca se hace, se ofrece una especie de limbo nebuloso e indefinido, al que llega todo el mundo sin grandes exigencias. El claro y duro mensaje de Cristo sobre el juicio ha sido guardado en el arcón de los trastos viejos pasados de moda, sin darse cuenta de que, al hacerlo, se priva al hombre del estímulo para hacer el bien y evitar el mal, lo mismo que se privaría del estímulo para estudiar al alumno al que se le dijera al iniciar el curso que no hace falta que estudie porque de todas formas le van a dar el aprobado. 

Esta Iglesia “buenista” no conoce al hombre y con la mejor intención le hace mucho daño. Y tampoco quiere conocer a Dios cuando lo que dice el Señor resulta demasiado exigente. Que nadie hable de cruz, que nadie hable de sacrificio, que nadie hable de esfuerzo, esos parecen ser los lemas de nuestra triste época. 

Por eso son un regalo estas palabras del Papa emérito, que nos muestran dónde tiene que estar puesto nuestro corazón. Atribuyen a Lope de Vega unos versos que han servido de luz a muchos católicos y les han ayudado a hacer el bien y a evitar el mal: “La ciencia más acabada/ es que el hombre en gracia acabe,/ pues al fin de la jornada,/ aquél que se salva, sabe,/ y el que no, no sabe nada”.

Mientras llega el momento de ese “por fin”, que exclamó Santa Teresa cuando le llegó su hora, seguimos ocupándonos de las cosas de aquí. Por ejemplo, de las certeras palabras del cardenal Müller, que ha recordado que los obispos son sucesores de los apóstoles y no delegados del Papa, y que los que son de verdad pastores de su pueblo no se someten a los dictados del mundo, sino que siguen al Señor y les ofrecen íntegramente a sus feligreses las palabras del Maestro, que es el único Salvador del mundo y el único que es Camino, Verdad y Vida.

Esperamos con ansia que llegue la hora de ir al cielo, confiando en la misericordia de Dios, pero mientras llega esa hora le pedimos al Señor que venga pronto a salvarnos porque, como le dijo a San Francisco, es evidente que la Iglesia, su casa, amenaza ruina.

27 octubre 2021

¿Dónde están los 4.000 muertos a causa de la gripe del 2019-2020?

Santiago de Quiroga


La mortalidad por gripe se ha repetido cada año sin llamar mucho la atención de los medios de comunicación.

La posible coincidencia de la gripe común con la Covid-19 ha sido una de las preocupaciones mayores de las autoridades sanitarias y expertos cuando se acercaba el invierno pasado. 

Desde el comienzo, se notó un incremento en el interés por la vacunación de la gripe y mejoraron las coberturas respecto al año anterior. Autoridades sanitarias y sociedades científicas se unieron para lanzar un mensaje de concienciación sobre la vacunación de la gripe en la población de riesgo.

La banalización de la gripe

Durante los últimos años se aprecia una cierta banalización de la gripe en cuanto al riesgo real que presenta. La propia sociedad no está totalmente concienciada de su gravedad, auqnue sea en población de riesgo.

La última temporada de gripe 2019-2020 en España costó 27.000 hospitalizaciones, 1.800 ingresos en UCI y 3.900 fallecidos estimados. THE LANCET publicó en 2017 que la cifra de mortalidad por gripe cada año estaba subestimada.

La banalización de la gripe sitúa los porcentajes de vacunación de la población de riesgo (mayores de 65 años en especial) por debajo del 55% en los últimos 10 años . La OMS fija el objetivo de vacunación en población de riesgo en el 75%. Sin embargo, la concienciación en esta última campaña muestra datos preliminares indican que se han vacunado en toda España casi el 70% de la población de más de 65 años.

El futuro invierno tras el verano

Como con la COVID-19, la vacunación de la gripe salvaría muchas vidas. Pero sin gripe en esta última temporada 2020-201, se corre el riesgo de que sea aún más ignorado el riesgo de la gripe por las personas mayores. Es preciso que nos aseguremos de que los mayores se vacunarán también para la temporada 2021-2022, y estarán protegidos no sólo ante la COVID-19, sino también ante la propia gripe común.

El desplazamiento de la gripe

Cuando llegó el invierno de 2020, lo que nos habían adelantado en el cono sur se confirmó: apenas había casos de gripe.

Según los expertos, el virus de la gripe ha sido desplazado de su nicho ecológico por el SARS-CoV-2 causante de la Covid-19. Los expertos aseguran que, cuando el SARS-CoV-2 sea eliminado en una alta proporción tras la vacunación masiva, dejará hueco para que la gripe reaparezca.

Podría ocurrir tan pronto como en el próximo invierno, o podría ocurrir más tarde. Pero es una certeza que la gripe sigue a la espera de su oportunidad. Por ello, si nos hemos preocupado tanto de proteger a nuestros mayores de la COVID-19, no nos olvidemos de la gripe. Debemos evitar en la medida de lo posible que más de 4.000 muertos por gripe cada año no sea una cifra a la que nos acostumbremos. Y para eso hay que vacunar a más del 70% de la población de riesgo.

Recomendaciones de expertos

Expertos en salud pública y gestion sanitaria se han reunido para analizar el próximo escenario ante la gripe. Un informe analiza a través de 5 áreas la gripe y la próxima campaña vacunal:

  • Carga de la enfermedad
  • Variabilidad de las ondas epidémicas gripales
  • La población más vulnerable a la gripe, según la edad
  • La cobertura vacunal de la gripe en 2021-2022 en el contexto de la Covid-19
  • Vacunas de la gripe en +65 años disponibles en 2021-2022
En las recomendaciones que realizan de cara a la campaña de gripe de 2021-2022, los expertos y expertas recuerdan que la gripe es un importante problema de salud pública. Que debe seguir siendo un objetivo disminuir la mortalidad de ésta a través de la vacunación. Debido a la inmunosenescencia, resulta primordial incrementar la capacidad de los mayores de responder ante la gripe.

Además, la innovación y el desarrollo de nuevas vacunas antigripales de inmunogenicidad aumentada favorece la respuesta inmunitaria de los mayores e incrementa la proteccion frente a virus circulantes.

“Necesitamos aumentar la calidad del cine católico”

José Antonio Méndez


Le abren las salas de un cine (el Conde Duque de Alberto Aguilera, en Madrid) para la entrevista. 

El detalle muestra hasta qué punto Lucía González-Barandiarán siembra de cariño, profesionalidad y buen trato sus relaciones laborales y personales. 

A sus 37 años, es la única mujer al frente de una distribuidora de cine en España; la creadora de Bosco Films, una de las dos únicas empresas que distribuyen películas católicas en nuestro país; y la responsable de llevar a la pantalla éxitos de taquilla como Bella, Se armó el Belén, el Pablo de Jim Caviezel, o la reciente Vivo, que ha sido una de las 5 películas más taquilleras del año.

Un currículum que le ha valido reconocimientos como el Premio Bravo de Cine que otorga la Conferencia Episcopal, o el Premio al Talento Femenino del Círculo Orellana, que reúne a 45 de las mujeres más influyentes de España.

Durante la conversación surgen nombres que ilustran su trayectoria: Eduardo Verástegui, en cuya productora de Hollywood se curtió; Paloma Gómez Borrero, que apadrinó en Roma sus inicios como comunicadora; el cineasta Santi Requejo, quien le animó a crear Bosco Films; y, sobre todo, el de su padre, Manuel González-Barandiarán, director de la histórica La Gaceta del Norte, cuya fe y convicciones le llevaron a ser uno de los periodistas más amenazados por ETA en los años de plomo.

“Cuando era niña –cuenta–, mi padre no me ponía la tele, sino tres VHS que yo veía una y otra vez: Capitanes intrépidos, La canción de Bernadette y La Dama y el vagabundo; y sin darse cuenta, me enseñó a amar un tipo de historias limpias, entretenidas, llenas de valores y que hablan de Dios explícita o implícitamente”. Justo el tipo de historias que ella lucha por recuperar.

¿No hay cine católico porque no se crea, porque se ponen trabas al que se crea, o porque el que se crea no es bueno?

Por un poco de todo. La Iglesia siempre ha sido referente en la cultura y en el arte. Ocurrió también en los inicios del cine. De hecho, una de las primeras películas fue sobre la vida de Cristo [La Passion, producida en 1898 por los hermanos Lumière]. Pero tras la época dorada de Quo Vadis, Ben Hur, Los Diez Mandamientos, etc. comenzó un desierto y se dejaron de contar esas historias, en el cine y en todas las artes.

¿Y por qué se dejó de producir cultura audiovisual católica?

Esa quiebra ocurrió en los años 60 y 70, las décadas de las grandes revoluciones culturales y sociales, que llevaron otro tipo de discursos al cine… y también a la Iglesia. Ese desierto duró 40 años, hasta que Mel Gibson rodó La Pasión. Lo que parecía invendible fue un bombazo de taquilla.

A partir de ahí, los cristianos vimos que el cine podía ser reconquistado, y la industria se dio cuenta de que este cine suscita mucho interés. Los evangélicos lo captaron muy rápido y empezaron a meter dinero y a hacer películas y series cada vez mejores. Por eso hoy suele haber, al menos, un título evangélico cada año en Estados Unidos que llega al número uno de taquilla.

¿Y los católicos?

Nos ha costado arrancar. Ahora estamos volcados en documentales, que son más baratos de hacer y permiten contar historias reales. Pero aún hay muy poca financiación, porque ni en la industria ni en la propia Iglesia ha calado la evidencia de que existe demanda para un cine católico.

Aun así, estamos ganando muchas batallas y se está logrando una gran calidad de cine documental católico con películas como Vivo, El Padre Pío, Amanece en Calcuta, Hospitalarios, El mayor regalo… Sin embargo, estamos llegando a un punto de saturación. Hace falta dar el siguiente paso.

¿Y cuál es? ¿Producir ficción?

Exacto. El reto es ahora hacer buena ficción. Y también levantar la financiación y encontrar a quién le interesa distribuir estos contenidos en otras partes del mundo para hacerlos rentables. Porque si haces una película y aspiras a recuperar el dinero -proyectándolo solo en España, no vas a hacer una segunda.

El gran objetivo es hacer buena ficción, y no solo católica, sino de valores plenamente católicos que puedan llegar a mucha gente en todo el mundo sin un discurso confesional.

A las series y películas católicas se les afea que tienen buena voluntad, pero les falta calidad…

Hacer cine es muy caro, y hoy estamos en una etapa en la que debemos apoyar a quienes están tratando de hacer cosas. Pero también debemos producir contenidos mejores. Necesitamos mejorar la calidad del cine católico y no conformarnos con hacer documentales. Eso implica asumir riesgos. Además, el presente está en HBO, Amazon, Netflix… que nos cierran la puerta. Y tenemos que lograr entrar en las plataformas.

¿Por qué se da ese rechazo?

En América aceptan nuestros contenidos porque reconocen que hay demanda, pero en Europa las plataformas y muchas productoras y exhibidoras de cine no aceptan, ya no un cine confesional, sino un cine con valores.

En los mercados de cine, que es donde se ven las tendencias, llevo años comprobando que se exige a los creadores, sin tapujos, incluir tramas y personajes concretos sobre razas, ideología, orientación sexual… Yo he presenciado cómo decían a una creativa: “Tu serie es buena, pero mete una pareja de lesbianas y luego vuelves”. Y eso, aunque todos los personajes de la serie eran reales, no construidos para la ficción.

¿Por qué hay sacerdotes a los que escupen por la calle si cada vez la gente conoce menos sacerdotes? Porque llevamos décadas de películas y series en las que el cura es malo, tonto, antipático, corrupto, indeseable… Y así durante 15 o 20 años, hasta que la idea cala. Ahora las ideas son otras: vientres de alquiler, poliamor, eutanasia… y estaremos 10 o 15 años, hasta que calen.

¿Y puede hacer algo un espectador ante esa manipulación?

Aunque hay intereses claros, las tendencias, al final, las marca el espectador. Los católicos tenemos que apoyar el cine católico actual para que se fortalezca y pueda crecer y ser mejor. Pero también ser más selectivos, y si una serie o un programa va contra nuestros principios, no verlo, aunque esté de moda.

Es importante que en las plataformas no pinchemos ni por curiosidad, porque cada clic manda información de que eso atrae. La cultura católica está resurgiendo, y aunque creamos lo contrario, cada vez somos más fuertes. Pero tenemos que ser más exigentes con las series, películas y programas que vemos.

No falta talento, porque el Espíritu Santo no deja de soplar con sus dones. Lo que falta es que nos conozcamos y trabajemos juntos. Necesitamos ser valientes y confiar en Dios. Hay gente dispuesta a aportar en la evangelización audiovisual, pero cada uno libra la batalla por su cuenta y queremos hacerlo todo nosotros solos. En España, Italia, Polonia, Francia, México, Colombia… hay gente con dinero, hay actores, cámaras, productores y guionistas católicos, pero cada uno cree que está solo cuando, en realidad, lo que estamos es dispersos.

La señora que tiene dinero y quiere ayudar, el guionista que tiene buenas ideas y cree que nunca van a ser compradas, el cámara al que le encantaría grabar al servicio del Señor, la actriz a la que no llaman porque decidió dejar de darse morreos… tenemos que aunar fuerzas. Y rezar para que el Espíritu Santo nos haga brillar y lo haga a lo grande.

Sorpresa oculta para los pensionistas en los Presupuestos

Jordi Benítez


Una pareja de pensionistas camina por las cercanías de su municipio GTRES
El cálculo previsto para pagar las pensiones les resta al menos dos puntos de poder adquisitivo.

La comparecencia ayer del gobernador del Banco de España en el Congreso de los Diputados trajo una revelación importante por parte del diputado de Vox Rubén Manso que pasó más bien inadvertida. Según declaró, el poder adquisitivo de los pensionistas no se mantendrá, como está previsto, si se cumple lo escrito en los Presupuestos.

Si se revisa el resumen ejecutivo del libro amarillo de las cuentas públicas, se comprueba que dice: «Para 2022 las pensiones abonadas por el Sistema de la Seguridad Social, así como las de Clases Pasivas, experimentarán un incremento porcentual igual al valor medio de las tasas de variación interanual expresadas en tanto por ciento del Índice de Precios al Consumo de los doce meses previos a diciembre de 2021».

Según los cálculos de Rubén Manso, «la media de subida del IPC hasta septiembre ha sido del 1,5 %, pero la inflación en septiembre ya estaba en el 4 %. Normalmente los cálculos para las pensiones se hacen en noviembre, mes en el que ya está previsto que estén presentados los Presupuestos. Se toma como referencia el dato de noviembre y se compara con el de noviembre anterior para que los pensionistas no pierdan poder adquisitivo. 

En esta ocasión se prevé utilizar la media, y eso significa que los pensionistas van a perder al menos dos puntos de poder adquisitivo: el IPC sube un 4 % y la media es un 1,5 %». De acuerdo con el resumen ejecutivo, las pensiones se revalorizarían un 1,5 %, no un 4 %.

El diputado de Vox no sabe por qué esta vez se ha cambiado la metodología, pero la realidad es que se ha hecho. «El PSOE no puede decir que mantiene el poder adquisitivo de las pensiones porque no es verdad. Otra cuestión es que se corrija, pero tendrá que decirlo y adquirir ese compromiso, o no».

Creciente empobrecimiento

La inflación crece, y el propio gobernador del Banco de España reconocía que «todavía es pronto para saber cuál será el grado final de persistencia en este fenómeno». En todo caso, afirmaba, «cabe pensar que, en los próximos meses, seguiremos observando tasas relativamente altas de inflación»
Los precios suben y tendrán una incidencia sobre los pensionistas que parece no estar bien medida.

En línea con este problema, Manso recalca la llamada ayer del gobernador a ir «preparando a la población para un progresivo empobrecimiento». «Las empresas y trabajadores deben interiorizar la naturaleza fundamentalmente transitoria del repunte de los precios y buscar un reparto equitativo de la merma de rentas de la economía nacional frente al resto del mundo que implican los aumentos de costes recientes, en muchos casos concentrados en bienes y servicios que nuestra economía requiere, pero no produce», señalaba Pablo Hernández de Cos.

En opinión de Rubén Manso, con ello quería decir que «necesitamos materias primas y energéticas que no producimos, y esa circunstancia va a empobrecernos. Hay que asumir ese progresivo empobrecimiento y ver cómo se distribuye entre rentas empresariales, laborales, etc. Hay que decirle a la población que no todo tiene una solución tan sencilla. Si te encarecen los productos con materias primas que no puedes sustituir, como podrías hacer con las manufacturas, la vida se encarece».

Sarah y la crisis que golpea cada día a más obispos

J. M. Carrera


El cardenal Sarah llama a la esperanza a todos los sacerdotes que, incluso haciendo el bien, reciben castigos y rechazos.

¿Por qué uno de cada tres sacerdotes propuestos para ser obispos renuncia a su nombramiento? 

Bajo una pregunta aparentemente administrativa, el cardenal Sarah encuentra una respuesta mucho más profunda, que afecta a la propia esencia de la Iglesia y del sacerdote. 

En su nuevo libro, Al servicio de la verdad (Palabra), el purpurado ofrece la respuesta a esta cuestión y otras ramas de la crisis del sacerdocio que enfrenta la Iglesia, bajo el curioso formato de unos ejercicios espirituales.

Según datos del cardenal Ouellet, el 30% de los sacerdotes propuestos para ocupar el cargo de obispos, lo rechazan. Lejos de ser una novedad, el problema viene de lejos, y es que cuando el canadiense fue nombrado prefecto de la Congregación para los Obispos, el 10% ya renunciaba a la dignidad episcopal.

Para el cardenal Sarah, caben diversas explicaciones: “Problemas de fe, pecados pasados o presentes que, una vez elegidos obispos, puedan ser más fácilmente descubiertos” o incluso que a muchos le parece un trabajo complejo y sin consuelos.

“En una palabra, esos sacerdotes tienen miedo a la cruz”, afirma, sin esconder que el nombramiento podría traer" como "efecto indeseado pero previsible, el sufrimiento".

Las causas: manos atadas o ausencia de apoyo

Por si fuera poco, añade, entre el clero se da la percepción de que “ser obispo hoy es más difícil, pesado y complicado que en épocas pasadas, a la vez que se reciben menos ayudas y consuelos”.

También existe la impresión de que el obispo de hoy “no puede actuar libremente ni si quiera en su diócesis, teniendo que depender en todo de la conferencia episcopal, cuyas normas son claras pero cuyas dinámicas escapan a una clara comprensión”.

Una última causa que engloba a las demás, reside en la apariencia de que hoy, en la Iglesia, “el auténtico celo por las almas, en lugar de ser alentado y premiado, es obstaculizado”.

“Y a veces, castigado”, añade.

Puede darse el castigo, hasta por hacer lo debido

“Si un buen sacerdote desea promover la sacralidad del culto divino con iniciativas lícitas, es posible que a su obispo no le agrade y hasta que lo reprenda, le ponga obstáculos o le pida que detenga sus iniciativas”, asegura el cardenal.

Incluso Sarah considera que un sacerdote “que defienda la sana doctrina o aplique el derecho canónico, en ocasiones puede ser hasta reprendido”, aun cuando “no solo no hace nada malo, sino algo bueno o incluso debido”.

La Iglesia demanda buenos obispos capaces de influir

“¿Con qué criterios se elige a los obispos? ¿Se escogen presbíteros ortodoxos, celosos, llenos de Espíritu Santo y habituados a la oración? ¿O se eligen personas ligadas en grupo a otros de dudosa doctrina?”, plantea el cardenal. “Entre varios candidatos, ¿se opta por el mejor, o bien por aquel que es más diplomático y, según la jerga actual, menos divisivo?”.

Para el purpurado, todas las respuestas deberían girar en torno al “deber moral de la Iglesia, no solo de darse obispos”, sino en lo posible de que sean buenos, lo que a su vez es consecuencia “del derecho de los fieles a recibir buenos pastores”.

Para el cardenal, tampoco deben ser “solo” buenos, sino que se les debe dar capacidad de influir. “La Iglesia jerárquica debería hacer todo por poner al obispo en las mejores condiciones para actuar bien, con el apoyo debido”. Sobre todo, “cuando son valerosos y tienen la valentía de predicar la sana doctrina oponiéndose al pensamiento mundano”.

Es necesario que se escuchen las buenas iniciativas

Por esta carencia es precisamente porque muchos renuncian al cargo: se sienten solos, explica, “y con frecuencia es justamente en estos casos cuando a los obispos y sacerdotes celosos se les deja solos, debilitados o deslegitimados”.

Lo ejemplifica con la evidencia de que, a menudo, “el clero alienta iniciativas laicales de trasfondo social, y en cambio, ignora o pone pegas a las que se proponen una verdadera evangelización, un incremento del culto litúrgico o un perfeccionamiento de la vida moral. ¿Podemos nosotros ser en verdad sacerdotes celosos, cuando a menudo es la Iglesia misma la que intenta poner trabas a nuestro celo?”, plantea.

¿La solución? "Multiplicar nuestro celo por la salvación"

Para el cardenal, la situación es difícil y poco propicia, pero “no debe descorazonarnos ni llevarnos a pensar que no hay nada que hacer”. La solución, afirma, está en “ser grandes presbíteros y sacerdotes celosos por la salvación de las almas”.

Entre otras propuestas, destaca que “mientras la Iglesia no prohíba formalmente hacer ciertas cosas buenas y apropiadas”, aunque el obispo no las haga, existe “el derecho y el deber de hacerlas”.

Los sacerdotes no debemos perder, sino multiplicar nuestro celo por la salvación de las almas”, concluye.

“Esa es la verdadera, la única razón por la que existimos como sacerdotes. Cualquier cosa que llevemos a cabo, es y hemos de realizarla por esa razón. Hay tanto que hacer… pues ¡manos a la obra!”

Puedes comprar aquí "Al servicio de la verdad", del cardenal Sara

26 octubre 2021

Cómo Chávez robaba a Venezuela, los Kirchner a Argentina y el PSOE y Podemos a España, con Irán al fondo

Federico Jiménez Losantos


Washington puede empezar a trabajar con Alex Saab mientras García Castellón hace cantar a tan elocuente 'Pollo' Carvajal.

La súbita locuacidad del general Hugo El Pollo Carvajal está arrojando un torrente de datos sobre la naturaleza del comunismo actual, que tras la caída del Muro en 1989 se agrupa en torno al Foro de Sao Paulo, creado un año después desde Cuba con coreografía brasileña, y rebautizado Grupo de Puebla en 2019 con nuevos actores, como Zapatero y Podemos por España, pero que básicamente es lo mismo: la Komintern de La Habana. 

El gran cambio es el de la financiación de los partidos, grupos armados y figurones rojos que ayer se forraban con los petrodólares y ahora lo hacen con el oro blanco de la coca, el del Arco de Oro venezolano y las trampas financieras con el cambio de moneda, con los que se forran los que alcanzan el Poder.
La financiación de los Kirchner

Entre las revelaciones de Carvajal destacan tres: los 21 maletines de Chávez a los Kirchner, a millón de dólares por maletín, para financiar la campaña de Cristina; que tenían precedente: el robo a medias de El Gorila Rojo y El Dioni de la Pampa a sus respectivos países de una porción del préstamo de 1.500 millones de dólares al 16% de Chávez, cuando el FMI prestaba al 4%. 

Con trucos cambiarios, la diferencia iría a sus bolsillos. Y hay un tercer asunto que, a partir del pío-pío de El Pollo, está aclarando el mayor escándalo político argentino: el asesinato del fiscal Nisman cuando investigaba la masacre de la AMIA, a petición de Néstor, pero al que según diversas fuentes eliminó Cristina y calumnió su banda después de muerto.

Si Néstor ordenó a Nisman investigar a los diplomáticos iraníes que perpetraron el atentado, ¿por qué Cristina liquidó al fiscal -y lo calumnió después de muerto- para desacreditar unas investigaciones, que llevaban al procesamiento de la presidenta por obstruir la acción de la Justicia? El riesgo era, y sigue siendo, enorme. ¿Por qué alguien de tan acreditado egoísmo se jugaría su futuro por Irán, que no era apreciado por Néstor?

El factor iraní en la política exterior argentina

La explicación a este enigma me llegó viendo La Nación+, el canal por YouTube que hay que seguir -como el de Willax en el Perú- para saber lo que pasa en esos dos países, que afrontan un presente calamitoso y un futuro totalitario. Eduardo Feinman, cotejando con Jonatan Viale fechas, cifras y negocios de Néstor y Chávez, con los 21 maletines con millones de dólares para Cristina delatados por Carvajal llegó a la verosímil conclusión de que fue ante el cadáver de Néstor donde Chávez le dijo a Cristina que, en palabras de Pablo Rossi, había que "desincriminar" a los iraníes. 

Y a cambio, claro, el río de petrodólares seguiría afluyendo a sus bolsillos. Eso o algo muy parecido debió pasar, porque Argentina, muerto Néstor, cambió su política exterior sobre Irán, y con Cristina pasó de enemigo jurado, que hasta lo había condenado oficialmente en la ONU, a aliado incondicional.

En realidad, Argentina, de la mano de Cristina y con los petrodólares de Chávez, se incorporó plenamente a la Komintern de Sao Paulo, de ahí su íntima relación con Baltasar Garzón, con Podemos y con el PSOE corrupto de Zapatero, cuyo embajador en Caracas, Raúl Morodo, está camino de la cárcel por recibir decenas de millones de euros a través de PEDEVESA. Lo curioso es que la conexión iraní de Chávez pasaba desde 1999 por España.

La "sala de situación" de Valencia

En La vuelta del comunismo (Espasa 2020. pp. 335-338) cuento un dato que a mí mismo me pareció sorprendente, pero que está acreditado en el mejor libro sobre las relaciones de Chávez con el comunismo español, el de Emili J. Blasco, "Bumerán Chávez" (Madrid. 2015). 

Y cuando estaba viendo a Feinman hablar sobre ese triángulo Caracas-Irán-Buenos Aires, que, en realidad, y sin contar La Habana, fue cuadrilátero: con Valencia. No, no con Madrid, sino con una universidad valenciana y dos profesores, Roberto Viciano y Martínez Dalmau, que trabajaron para Chávez desde 1998, crearon la doctrina del Nuevo Constitucionalismo -simple variante comunista de la teoría de Carl Schmitt para legitimar a Hitler- que luego siguieron, asesorados por ellos o por la CEPS, más tarde Podemos, todos los gobiernos que han hecho del cambio de Constitución la palanca para derribar legalmente las democracias que militarmente no podían derrotar.

Esa asesoría a Chávez para la reforma constitucional fue en 1999, poco antes de la fundación legal del CEPS, que luego se transformó en Podemos, partido político desde 2014, pero cuyo grupo dirigente estaba totalmente integrado en CEPS, a su vez creado por el grupo de Valencia. Hoy está apartado de Podemos y Más País, la escisión posterior de Errejón, pero hay que consignar que, junto a un papel teórico fundamental, había una relación directa Caracas-Valencia, con una "sala de situación" en la que se elaboraba, por ejemplo, la minuta de los viajes oficiales de Chávez a Ahmadineyad y viceversa. 

Es decir, que Chávez hurtaba la relación iraní a los propios miembros de su Gobierno, temiendo filtraciones, y la confiaba a los españoles, que lo ayudaban por motivos exclusivamente ideológicos. De este modo, los negocios personales que pudiera hacer a partir de las entregas del régimen a la Komintern de Sao Paulo permanecían ocultos.

La pista del dinero

A partir del estudio de la estrecha y permanente colaboración del chavismo y el grupo CEPS-Podemos, en España y en Venezuela, podría empezar a dibujarse el mapa de la financiación de la empresa subversiva más importante de Iberoamérica desde la Tricontinental de La Habana. 

Baste decir que Monedero, señalado por El Pollo Carvajal como el que recibía directamente el dinero para Podemos, tuvo despacho en Miraflores, muy cerca del de Chávez. Y que, como cuento en el libro, la asesoría de Podemos llegó hasta proponer la forma de vestir para disimular el cáncer.

La ruta del dinero es clave para descubrir toda empresa criminal, y el dinero de la Komintern Iberoamericana, ayer del petróleo, hoy de la coca, y siempre del trapicheo financiero y aduanero en el cambio de divisas, fluye abundantísimamente. Lo nuevo de las revelaciones de Carvajal es que las entregas a los socios estratégicos no eran ocasionales sino permanentes, y en los pagos se mezclaba lo general y lo particular. 

Típico del comunismo, pero no estudiado ni conocido hasta ahora, salvo por los que tienen medios para hacerlo, que son los servicios de inteligencia. Como digo en La vuelta, eso explica la obsesión de Iglesias por entrar en el CNI nada más llegar al Gobierno, para enterarse de lo que de él y su banda se sabía oficiosamente.

De los maletines de Cristina a las maletas de Zapatero

Como ha señalado Luis Balcarce en OKDiario -con la exclusiva de las declaraciones de Carvajal-, la ruta de los maletines de Buenos Aires nos aclara el misterio de las 40 maletas de Delcy Rodríguez en Madrid. Acaba de publicarse que la número 3 del chavismo venía a España para verse con Zapatero, el auténtico embajador político de la narcodictadura. 

Pero, como en Argentina sus correos, tropezó con la burocracia de Barajas, por lo que no pudo obrar a su antojo. Zapatero le había alquilado una de las mejores habitaciones del Santo Mauro, hotel de lujo que tenía la ventaja de que su dueño es un empresario de simpatías socialistas y discreción asegurada. 

También pensaba comprar, léase saquear, en la Milla de Oro de Serrano y las tiendas de lujo de Madrid, antes de seguir viaje, al parecer, a Turquía. Allí se funde el oro y se cambian las divisas que el chavismo usa para sus negocios, los políticos y los de sus políticos, indistinguibles bajo Maduro.

Las famosas 40 maletas se quedaron en España tras la intervención del entonces ministro Ábalos, relacionado en su juventud con el ELN de Colombia y con ministros chavistas como el de turismo que viajaba con Delcy. No se sabe adónde fueron a parar esas maletas. 

Peor: un juez, por llamarle así, ordenó el borrado de las imágenes de Barajas, hilo del que tirar en busca del ovillo de un tráfico tan clamorosamente ilegal, y más aún tratándose de la tercera persona más buscada por la justicia norteamericana en la lista de los 20 jefes del Cartel de los Soles, cuyo número 1 es Maduro.

¿Eran esas maletas el flujo habitual de pagos del régimen a los socios españoles, sean políticos, partidos, medios, jueces, fiscales y abogados? ¿Es España el escondite seguro desde el que la narcodictadura abastece a los movimientos legales e ilegales que buscan llegar o están ya en el Poder para implantar una república cocalera, previa reforma constitucional como aquella primera que unos comunistas valencianos diseñaron para Chávez?

Que García Castellón haga cantar al Pollo


Hay una gran polémica, amén de una feroz guerra judicial, sobre la conveniencia de extraditar o no, y deprisa o sin prisa, a Carvajal a los USA. Pero ya ha anunciado un fiscal en La Nación+ una petición documental al juez García Castellón sobre las declaraciones del Pollo acerca del dinero negro seguramente utilizado en la campaña electoral de Cristina Kirchner. 

Y tras la financiación, Irán, que pagó la televisión de Iglesias en España, y perpetró la masacre de la AMIA cuyo encubrimiento costó la vida al fiscal Nisman y demostró que si todos los gángsters no tienen que ser comunistas, todos los comunistas bolivarianos tienen que ser, forzosamente, gángsters: la compañía lo impone. Yo creo que Washington puede empezar a trabajar con Alex Saab mientras García Castellón hace cantar a tan elocuente Pollo.

Asesinan a cristianos, nos violan, lapidan a los suyos, pero decirlo es incitar al odio

Magdalena del Amo


El plan KALERGI, Un programa muy bien planificado para aniquilar Europa.

La consigna de perseguir al infiel para honrar a Alá reverdece en estos tiempos convulsos. 

Miles de cristianos son perseguidos y asesinados cada año en los países islámicos, pero esto no sale en las noticias. Violan a mujeres, lapidan, mutilan, torturan, colocan bombas, o se inmolan haciendo volar por los aires a seres humanos inocentes y ajenos a su lucha fanática, imponen la sharia allá adonde van, están por encima de nuestras leyes, pero no es políticamente correcto airearlo, porque es incitar al odio, según nuestras leyes occidentales de sumisión. 

Aquí, campan a sus anchas, con más prebendas que los propios ciudadanos del país y hasta se permiten el lujo de dar lecciones, gracias al apoyo de los que reniegan de nuestras raíces. En este caso sí se podría decir que los “nuestros” padecen una especie de odio irracional y patológico, que les hace justificar cualquier acto delictivo cometido por los “beatos” llegados en cayuco.

Reconocemos que existe una gran confusión entre los términos árabe, islámico, islamista, yihadista o muyahidín, y que un árabe puede ser agnóstico, que un islamista puede ser pacífico, y así cuantas premisas se nos antoje plantear. Pero de algo sí podemos estar seguros, y es que esta gente no es cristiana y, además, desprecia todo lo relacionado con el cristianismo. 

Sin embargo, nuestros dirigentes les han extendido la alfombra roja para que exhiban sus ramadanes, mientras a los maestros católicos les prohíben rezar y llevar cruces a la vista. Esta gente odia al Occidente brotado de la semilla de Clodoveo, y que ellos consideran terreno a conquistar –se podría decir que conquistado—. Conviene tener presente que España es su al-Andalus, su paraíso perdido al que prometieron volver; promesa que cumplieron sin ninguna dificultad con el beneplácito y ayuda de nuestros políticos.

La islamización de Europa no es algo al azar, que pueda compararse con otro tipo de movimientos migratorios, por conveniencia o necesidad. El Plan Kalergi no es ningún bluf, sino un programa muy bien planificado para aniquilar Europa y desposeerla no solo de su cultura milenaria, sino de su genética. Todo ha sido escrupulosamente ideado para llenar los parques y colegios con el “santoral” musulmán. Omer, Ibrahim, Mohamed, Zakariya, Usman, Yusuf están sustituyendo a los Carlos, José, Carmen, Elvira o Luis. 

Y, para colmo, las exitosas novelas turcas, con historias de amor y de vida, de ricos y pobres, con guapos y guapas, triunfan en una sociedad como la nuestra, harta de telebasura de entrepierna. Es como una suerte de cierre de venta a través de nuestro corazón y sistema emocional. ¡Quién no sabe en estos momentos quién es Eda Yildiz y Serkan Bolat, los simpáticos protagonistas de Love is in the air!

Todo esto lo conocíamos a través de los papeles. En el Plan Kalergi se especifican todos los detalles del mestizaje, debida y antropológicamente razonados, pero nunca creímos que lo íbamos a ver consumado tan pronto. Analizando el pasado desde la perspectiva de nuestra realidad dual, no podemos dejar de sentir una nostalgia infinita, una pena inmensa. Nos roban la Historia y nos prohíben incluso celebrar las gestas de nuestra grandeza como imperio. Con luces y sombras, sí, como todo lo manifestado en nuestra realidad humana.

Posiblemente la Reconquista tenga algo, o mucho, de mito; probablemente, como apuntan algunos historiadores, la batalla de Covadonga no haya sido tan relevante hasta que los cronistas cristianos posteriores la rodearon de la aureola de la que goza, incluida nuestra Santina. Quizá no fue una apuesta por el cristianismo, como arguyen algunos analistas modernos, sino una cuestión política. Aun así, fue una gesta de siete siglos de la que los españoles nos debemos sentir orgullosos. Es una pena que los estudiantes de hoy no sepan quién fue Alfonso II, ni Alfonso VIII, ni Sancho VII el Fuerte ni nada sobre las Navas de Tolosa o Clavijo. Eso sí, controlan Netflix y la subcultura del transhumanismo.

Lo lamentable es que todo esto ocurra con la aprobación del papa Francisco, que se ha tragado el cuento del multiculturalismo –o le han obligado—, e insiste en que el avance del islam con su sharia a cuestas no es una guerra de religión. 

En este sentido, Benedicto XVI era mucho más firme y coherente, siempre mirado con lupa por sus enemigos. Recordemos que los islamistas y progres occidentales lo obligaron a rectificar las palabras pronunciadas en su conferencia en la Universidad de Ratisbona –de donde había sido profesor—, aquel 12 de septiembre de 2006 cuando aludió a la cita del emperador bizantino Manuel II Paleólogo, que dice así:

Muéstrame también aquello que Mahoma ha traído de nuevo, y encontrarás solamente cosas malvadas e inhumanas, como su directiva de difundir por medio de la espada la fe que él predicaba”.

(Estas palabras forman parte de un diálogo mantenido en 1391 entre el erudito emperador bizantino y un persa culto tratando sobre religión, razón y guerra santa). El Papa tuvo que retractarse y pedir disculpas por la cita. ¡Un desafortunado precedente!

El buenismo del Vaticano es incomprensible para los católicos de bien. Es allanar el camino para hacer de la catedral de San Pedro una gran mezquita. El triunfo total de la Media Luna. No estaría de más recomendarle a Su Santidad leer las abundantes profecías sobre estos tiempos apocalípticos, en los que “los del turbante” juegan un importante papel, y la Iglesia también.