16 noviembre 2021

Los provida a la cárcel, los gamberros al poder, los policías... escondidos

Eulogio López


Llegará un momento en que, por un lado, no se pueda decir nada y, por otro, los policías, acosados por los delincuentes y por los jueces, se inhiban en su función principal: proteger al débil del fuerte. Se conformarán con protegerse a sí mismos.

El rescatador de vidas humanas puede acabar en la cárcel mientras el gamberro podemita puede hacer lo que le venga en gana... y la policía tiene miedo a defenderse porque la ley está a favor del vándalo.

Sí, es para pensar en ambas noticias y ponerlas en relación: los provida castigados con penas de cárcel y los policías suplicando a su ministro, mister Marlaska, uno de nuestros peores ciudadanos, que no promulgue una ley que les pondrá a merced de los vándalos. ¡Grande sos, Sánchez!

Es una meme que circula por internet y que merece ser repasada. Porque, en efecto, el juego de comparar dos noticias, ciertas, ayuda a hacernos un idea de cómo van las cosas en España y, sobre todo, de por dónde van.

Primera noticia: si intentas salvar la vida del más inocente y más indefenso de todos los seres humanos, el concebido y no nacido, intentando ayudar a su madre tentada de matar a su hijo, puedes ir a la cárcel. Y pronto, al tiempo, iremos a la cárcel sólo por decir esto, porque, a la postre, el Nuevo Orden Mundial (NOM), lo políticamente correcto, no se conforma con silenciar al discrepante: quiere meterle entre rejas, no para que no pueda discrepar, sino para que no pueda ni opinar.

Al mismo tiempo, tras bramar contra la Ley de Seguridad Ciudadana, una norma del ministro Jorge Fernández que avanzaba, sólo un poquito, en la senda para acabar con la impunidad de la progresía y de que se hicieran mangas y capirotes a la policía... resulta que policías y guardias civiles tienen que advertir a su ministro, Fernando Grande-Marlaska, que la nueva ley lo único que hará es beneficiar al manifestante violento de extrema izquierda. Se lo están diciendo sus propios hombres, señor ministro.

Es decir que el rescatador de vidas humanas puede acabar en la cárcel mientras el gamberro podemita puede hacer lo que le venga en gana... y la policía tiene miedo a defenderse porque la ley está a favor del vándalo y le impide con severidad hasta la legítima defensa. El caso de Zaragoza resulta paradigmático.

Pues ya verán: con la cantidad de jueces podemitas que pululan por España llegará un momento en que los policías, acosados por delincuentes y magistrados, se inhibirán en su función principal: proteger al débil del fuerte. Se conformarán con protegerse a sí mismos: más bien esconderse de jueces y delincuentes.

Sí, es para pensar en ambas noticias y ponerlas en relación. ¡Grande sos, Sánchez!